La Biblioteca de Julio Méndez (parte II)
En cierta manera, el fetichismo bibliófilo tiene algo de bueno y algo de malo. Bueno, por conservar alguna edición u obra y malo, por dejarlo en el asiento eterno de un estante sin siquiera ser tocado después de su compra; no generalizo, pero en su mayoría adquiere ese destino. Otra cosa es hablar de las […]