Santa Vera Cruz “Tatala”: la fiesta, los rituales y las coplas
A propósito de la fiesta popular que se celebra en estos días al sur de la ciudad y está asociada a la fertilidad
Dentro del conjunto del calendario de festividades en los valles cochabambinos, se desarrolla la festividad religiosa popular de Santa Vela Cruz Tatala, caracterizada por estar arraigada a una serie de rituales y, entre ellas, destacan las coplas que analizaremos más adelante. Dicha actividad se celebra anualmente los días 2 y 3 de mayo a escasos siete kilómetros de la ciudad de Cochabamba.
En la concepción andina no se puede entender las diferentes festividades, si no se ligan al ciclo productivo agrícola (Pachamama). Esta fiesta está íntimamente relacionada al agradecimiento de las cosechas, es decir, la esencia de la fiesta es agradecer, por la fertilidad, inicialmente significada en la producción de la tierra, pero también transciende a lo humano, a lo vegetal y animal. En suma, es la fiesta de la fertilidad de la vida.
Referente a los rituales, García Canclini sostiene: “El rito se distingue de otras prácticas porque no se discute, no se puede cambiar ni cumplir a medias. Se cumple, y entonces uno ratifica su pertenencia a un orden, o se transgrede y uno queda excluido, fuera de la comunidad y comunión”. En la fiesta, se practican diferentes ritos, entre ellas acentúan: La quema de bosta, encendido de velas, las wawas, y las coplas, pero, el símbolo que predomina es la imagen del “Tatala”, las demás convergen alrededor de ella y se desempeñan como sistema.
Entonces, en esa complejidad simbólica de los diferentes rituales, ¿cuál es la función de las coplas? Las coplas tienen su ciclo, tiempo y se interpretan según la fiesta y época. No son las mismas en Todos Santos, Carnaval ni Santa Vela Cruz. Es esta última, en particular, las coplas visibilizan a la mujer con su característica voz aguda, falsete o q’iwa (afeminado). El protagonismo la tiene la mujer, ella canta, dialoga, juega y ríe con el Tatala. No obstante, se complementa con el hombre porque es quién acompaña con el acordeón o charango. La copla se constituye también en un tipo de discurso: hay coplas para pedir dote al “Tatita”, producción y ganadería, el amor y el sexo, finalmente, el deseo y la sátira; el juego y la risa; el lenguaje metafórico y el doble sentido (alegría) siempre están presentes.
En conclusión, las coplas son parte y construyen la identidad valluna qhuchala. La festividad del Tatala es una fiesta quechua, se canta/coplea en quechua y vive en la memoria oral popular colectiva y se recrea al mismo tiempo. Como se ha visto, la fiesta es donde se develan las sociedades, la fiesta es el espacio donde se construye la identidad, sus contradicciones y sus prácticas culturales. La fiesta responde a la necesidad de romper con lo cotidiano y monótono. Desde lo popular, como menciona Octavio Paz, somos un pueblo ritual y cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo y celebrar.
Ariel C. Guarayo Morales
Es pedagogo, comunicador social e investigador sociocultural.