Lo que creemos que el cine le debe a las mujeres
Este artículo no busca justificar las decisiones de la Academia en torno a las no nominaciones al Oscar de 'Barbie', sino explorar los argumentos que están llenando Internet e indagar en su veracidad
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Los Oscar son la premiación más famosa de la industria del cine y el anuncio de sus nominaciones son un acontecimiento en sí mismo. Acontecimiento que se celebra tanto como se maldice. Cada año, el medio se llena de reclamos, debates y egos rotos porque “x” película, actor o director no recibió la nominación que merecía, o porque “x” película, actor o director llevó más de las necesarias. En esta nueva edición a celebrarse el próximo 10 de marzo, el disgusto más popular gira en torno a nada menos que la película más taquillera del año, Barbie, y al hecho de que ni Greta Gerwig ni su actriz principal, Margot Robbie, fueran tomadas en cuenta en sus correspondientes categorías. Este hecho fue calificado como “sexista”, y que demuestra justamente el punto de la película, que es criticar el absurdo del patriarcado. ¿Qué de cierto hay en esto?
Es necesario aclarar que, dentro de la difusa línea entre objetividad y subjetividad para calificar la calidad de un producto artístico, los Oscar no son precisamente los premios con mayor credibilidad en el mundo del cine, debido a las críticas que se les hace constantemente por estar parcializados y responder más a industrias y negocios que al arte de calidad. Por esta razón, este artículo no busca de ninguna manera justificar las decisiones de la Academia, sino explorar los argumentos que están llenando Internet e indagar en su veracidad.
“No hay Barbie sin Greta y Margot”, declaró Ryan Gosling en sus redes, lamentando el hecho de que él sí recibió una nominación como mejor actor de reparto, mientras que sus compañeras no. ¿Qué haría el feminismo sin ti, Gosling? En las redes afirman que nominar a “Ken” y no a “Barbie” ni a la creadora detrás es un reflejo del mensaje que la película quería demostrar: no importa cuánto se esfuerce una mujer, la sociedad siempre retribuirá mejor a los hombres por hacer el mínimo esfuerzo. En esta ocasión el objetivo no es analizar la sobresimplificación que hace la película del concepto de desigualdad estructural en la sociedad patriarcal, sino reflexionar simplemente sobre la pregunta: ¿nominar a Gosling y no a Robbie o Gerwig es un problema de sexismo?
Hay que revisar las categorías en las que cada uno está o estaría compitiendo y así comprobar si, efectivamente, la categoría de mejor actriz se encuentra siendo dominada por hombres… Dejando el sarcasmo, es poco sensato, sea con el propósito que sea, comparar las dos categorías entre sí. Naturalmente, la categoría de mejor actriz principal es mucho más relevante que la de mejor actor de reparto (y que la de actriz de reparto, en la que, por cierto, América Ferrera se encuentra nominada). Y más allá de esto, la categoría de mejor actriz de este año ha estado razonablemente más “peleada”, lo que se traduce en un año de películas (al menos de las visibilizadas por la Academia) lleno de mujeres protagonistas con actuaciones sobresalientes, muchas más reconocidas que las de Margot Robbie. ¿Que haya tantas buenas actrices no es, más bien, algo positivo?
Por otro lado, los nominados de este año a mejor director son Yorgos Lanthimos, Martin Scorsese, Christopher Nolan, Jonathan Glazer y Justine Triet. Si se nominara a Greta Gerwig, ¿el lugar de quién debería ocupar? Y aún más importante, ¿por qué no se celebra la nominación de Justine Triet como un triunfo de las mujeres en el cine? No solo la de Mejor Director, sino las cinco nominaciones de Anatomía de una caída. El 2023 estuvo lleno de películas de mujeres y muy bien recibidas: Vidas pasadas de Celine Song, Priscilla de Sofia Coppola, A Thousand and One de A.V. Rockwell, Polite Society de Nida Manzoor, entre muchas otras. No se niega el impacto mediático y cultural que Barbie tuvo en su masiva audiencia, sin embargo, en estas opiniones también se evidencia la falta de conocimiento respecto al otro cine de mujeres que no fue tan comercial.
El machismo dentro del cine existe. Y no solo en el cine, sino en las industrias culturales en general. Las mujeres se enfrentan a grandes obstáculos como acoso laboral, hipersexualización y falta de credibilidad de su trabajo, entre otras problemáticas complejas, además del persistente prejuicio al cine y arte “de mujeres” y la percepción de inferioridad que la audiencia o la misma industria tiene de este. Estos problemas son reales y van mucho más allá de una nominación a una película con mensaje de empoderamiento femenino. No obstante, que estos debates sirvan para traer a la mesa este tipo de conversaciones. Que nuestra búsqueda de justicia para las mujeres sea profunda e informada, y que nuestro interés por el cine de mujeres crezca y abramos los ojos ante las grandes obras maestras de las que nos podemos estar perdiendo por hacer caso a las carteleras y a una tal Academia.
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