‘Hereje’: una película que pondrá a prueba tu fe
El filme de Scott Beck y Bryan Woods, que protagoniza Hugh Grant, se exhibe en cines bolivianos
Hereje es una película controversial que seguramente dejará a más de una persona reflexionando. Gracias a su narrativa profunda, aborda con sensibilidad cuestiones relacionadas con la religión y la fe, convirtiéndose en un tema de debate entre cinéfilos, creyentes o el público en general.
La película sigue la historia de dos jóvenes misioneras que terminan frente al enigmático y siniestro Señor Reed (interpretado por Hugh Grant). Lo que parecía una visita de rutina por parte de jóvenes mormones se convierte en una aterradora prueba de fe, donde los tres quedan atrapados en un juego del gato y el ratón, mientras una tormenta ruge en la oscuridad de la noche.
Hugh Grant es carismáticamente siniestro en su papel de un teólogo psicópata, ofreciendo una actuación impresionante. Su interpretación aborda el tema de las religiones con tal meticulosidad que, por momentos, resulta fácil creer en su discurso. Sin embargo, es importante recordar que se trata de una obra de ficción. Aunque es sumamente entretenida, la película toca puntos sensibles y muy reales que podrían hacer que más de uno cuestione su fe.
Buscar la primera religión del mundo es como intentar descubrir quién inventó la comida; todas las culturas tienen sus propios platos, y aunque algunos pueden ser más antiguos, todos vienen de la misma necesidad básica de alimentar el espíritu, igual que el cuerpo. A partir de esta premisa, la película plantea la idea de tener la respuesta a cuál es la religión original, cuál fue la primera y cuáles son, según su narrativa, adaptaciones o “plagios” de esta. Esta afirmación no deja a los creyentes indiferentes y, muy probablemente, hará que muchos salgan de las salas de cine con sentimientos encontrados, e incluso ofendidos.
En cuanto a los aspectos técnicos, el trabajo de arte destaca por su diseño meticuloso, creando un ambiente oscuro y opresivo en el hogar del Señor Reed que refuerza la tensión característica del terror psicológico. El manejo de los silencios es particularmente inquietante, potenciando la sensación de incertidumbre, mientras que la fotografía presenta una propuesta diferente, pero visualmente atractiva.
El guion es, sin duda, uno de los puntos más destacados. Aunque presenta alguna inconsistencia histórica, como en la fecha del “25 de diciembre”, queda claro que detrás de la narrativa hay una investigación exhaustiva sobre religiones y culturas. Este nivel de detalle enriquece la historia, dándole una profundidad que es inquietante.
Hereje no solo es una película, sino una invitación a cuestionar sobre las raíces de nuestras creencias y las historias que las rodean. Nos recuerda que las religiones, al igual que las culturas, son reflejos de una necesidad humana universal; entender el mundo y nuestro lugar en él. A través de su provocadora narrativa y su enfoque meticuloso, la cinta desafía a sus espectadores a explorar cómo las historias compartidas moldean la fe, la identidad y la convivencia.
Más allá de sus imperfecciones o momentos provocadores, Hereje nos invita a cuestionar esas verdades que muchas veces aceptamos sin pensarlo y a reflexionar sobre cómo nuestras experiencias personales influyen en la forma en que las entendemos. No pretende ofrecer respuestas absolutas, sino mostrarnos que la diversidad de creencias es parte de lo que nos hace humanos. Es una película que, más que imponer una visión, busca que cada espectador llegue a sus propias conclusiones.
Santiago Trutat