El arte en el interín entre los museos
“En una exposición la institución cultural muestra los objetos de arte, pero al mismo tiempo expone su gestión, se expone a sí misma, hace una declaración actualizada de sus objetivos y de los modos en los que cree conseguirlos”
Jorge Luna Ortuño
Las artes son fenómenos que ocurren en el medio, están entre las cosas, brotan como la hierba entre los adoquines, como prodigiosos intermezzos. La visión de que el arte es algo que debe encontrarse confinado dentro de las cuatro paredes de una institución (como el museo) ya resulta rancia y atrasada, y sin embargo todavía permanece inobjetable en el imaginario popular de gran parte de la población, incluyendo muchos gestores.
Uno de los antídotos a la visión confinada del arte ya la expusieron nuestros mejores muralistas, como Lorgio Vaca que dice: “Mis murales no son nada sin su entorno, así que para terminarlos de entender hay que ver donde están ubicados”. Ese arte urbano es una afectación de entornos en el mismo lugar de las personas, ellas no tienen que salirse del ritmo de sus vidas para ir a un museo a encontrarse con lenguajes artísticos o expresiones estéticas.
La educación del gusto por la cultura debe contagiarse como un hábito saludable de la vida de la ciudad. No solo ver cuadros, sino ver, caminar, respirar, encontrarse, reflexionar las calles, poetizar las rutas. Esto implica que la gestión cultural pública debe tomar atención a los espacios vacíos que existen entre un museo y otro, contando a galerías y centros culturales, dentro del centro histórico de cada ciudad. Las calles como algo más que meras vías de circulación para llegar de un punto a otro.
En Santa Cruz, del Museo Altillo Beni a la Casa de la Cultura existe más de una cuadra y una plaza entera que recorrer. ¿Y hacia el MAC? Este recorrido lo hacen todos los días los funcionarios de la Secretaria Municipal de Cultura y Turismo. ¿Qué vida cultural percibimos en ese interín? El paisaje en la plaza son los transeúntes, muchos de ellos tomándose fotografías con el fondo de la Catedral, una marca de la casa; los señores que venden café; las palomas y los niños… Pero muy rara vez un músico, un exponente de performance, flash mob, happening, o arte in situ podrá comunicarse directamente con el gran público en estos espacios no tan públicos, puesto que las ordenanzas municipales prohíben su ocupación de un modo interpelativo si no se cuenta con una autorización.
Y cuando una institución cultural expone en interiores, dentro de sus salas, hablamos de una muestra –o en términos de laboratorio químico–, de un muestreo. En una exposición una institución da a conocer a la opinión pública algunos objetivos o resultados que sirven como ejemplos del total de su gestión. Es una muestra de lo que piensa. En una exposición la institución cultural muestra los objetos de arte, pero al mismo tiempo expone su gestión, se expone a sí misma, hace una declaración actualizada de sus objetivos y de los modos en los que cree conseguirlos.
Licenciado en Filosofía, Investigador y Gestor Cultural.